La crisis financiera golpea entre muchas otras, a la poderosa industria automovilística americana, y en particular a la que fue durante gran parte del siglo XX la mayor empresa del mundo por volumen de ventas, estamos hablando de la General Motors Corporation.
El gigante se tambalea y pide ayuda al gobierno, el presidente Obama atiende al llamamiento y concede las primeras ayudas económicas. Este dinero público recibido es considerado por G.M.C como un apuntalamiento insuficiente para su enorme corpulencia (su estructura) y decide aligerar el peso, deshaciéndose de una parte de la misma (vendiendo la parte europea, naturalmente).
Recientemente apareció un comprador dispuesto a comprometerse con el mantenimiento de la actividad y el empleo. Los trabajadores quedaron satisfechos, pero… cuando el gobierno de Obama incrementa las ayudas y aparecen, como el mismo dijo, los primeros “brotes verdes” de la economía americana, General Motors Corporation se vuelve atrás. Dice que ya no vende… y solamente reduce la producción europea: y… gran parte de los trabajadores “a la calle”…
Resulta fácil imaginar el enojo europeo, ¿verdad?