María Menéndez-Ponte Cruzat es una escritora infantil y juvenil nacida en A Coruña. Es conocida por libros como “Nunca seré tu héroe”, “Maldita adolescente” o “El poso amargo del café”. Actualmente vive en Madrid con su marido y sus cuatro hijos.
E-¿Qué te empujó empezar a escribir?
M-Fundamentalmente la necesidad de explicarme el mundo, porque siempre me produjo una gran extrañeza, mi imaginación volcánica y lo mucho que significaron para mí los libros que he leído.
E-¿Hubo alguna persona que te contagiase su gusto por la lectura cuando eras pequeña?
M-Aprendí a leer muy pronto porque me apasionaban los cuentos y las historias que me contaban de pequeña. Recuerdo especialmente las que me contaba mi niñera y la de mis primas, así como los libros que heredé de mi padre, encuadernados en una tela de cretona floreada y con las hojas amarilleadas por el paso del tiempo, incluso alguna rota; era una saga de familia escrita por Elena Fortún: Celia, Cuchifritín, Matonkikí…. Además en casa me compraban muchos libros, que leía y releía con pasión, algunos también los compraba con mi paga y otros los cogía en la biblioteca del colegio.
E-¿Hay algún libro que recuerdes con especial cariño? ¿Por qué?
M-La saga mencionada y los de Guillermo Brown, de Richmal Crompton, porque me identificaba totalmente con ellos, hacían que no me sintiera tan bicho raro. También recuerdo “La tía Tula” de Unamuno y algunos de Dickens que leí con ocho años y que me fascinaron por cómo estaban tratados los sentimientos de las personas. Tampoco he olvidado a Alicia en el País de las Maravillas, Peter Pan, Mary Poppins o los cuentos rusos… Pero leía las versiones originales, no las descafeinadas de Disney. Todos ellos me hacían soñar y vivir grandes aventuras.
E-¿Qué tipo de literatura sueles leer?
M-En general la misma que escribo, realista, intimista, de corte psicológico. Suelo releer a los grandes autores: Tolstoy, Dostoiewski, Kafka, Dickens, Balzac, James Joyce… De los españoles me gustan Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Delibes, Javier Marías, Gustavo Martín Garzo, Juan Marsé… Y me encanta la Literatura Sudamericana: García Márquez, Vargas Llosa, Bryce Echenique, Jaime Bayly… Tampoco puedo olvidarme de Saramago. La obra que más me ha gustado de él es “Ensayo sobre la ceguera”, me pareció sobrecogedora. Y ya puestos, El Quijote.
E-¿Cuál es tu escritor favorito?
M-¡Qué difícil! Odio cuando solo tengo una opción. Pero, si tengo que escoger solo uno, tanto por el conjunto de su obra, que me parece magnífica, como por dos novelas absolutamente deslumbrantes (“Cien años de Soledad” y “El amor en los tiempos del cólera”), elijo a Gabriel García Márquez.
E-¿Qué consejo le darías a una persona que quisiese empezar a escribir?
M-Que lo haga con autenticidad, con pasión, dejándose la piel. Que tenga madurada la idea antes de ponerse al ordenador. Que los personajes sean de carne y hueso y no de cartón piedra. Que corrija hasta la extenuación (releer constantemente lo que se ha escrito). Que no tenga prisa por acabar (la Literatura se cocina a fuego lento). Que sea corredor de fondo (no desanimarse si no le publican lo que escribe). Que no trate de abarcar más de lo que puede: empezar por relatos cortos antes de meterse con una novela. Que dé a leer lo que ha escrito a personas que le puedan aconsejar. Y, sobre todo, que tenga en cuenta que lo importante no es lo que se cuenta sino cómo se cuenta.
E-¿Cómo surgió tu primer libro?
M-Debido a la cantidad de proyectos que había enviado a la editorial SM, decidieron encargarme un método de música para niños con canciones, cuentos musicales, etc. Y estaba en ello, cuando les falló una autora que, al parecer, llevaba dos meses en dique seco con unos cuentos que le habían encargado. En vista de lo cual, me pidieron que les hiciera, de un día para otro, uno de un osito a ver si les gustaba. Les encantó y me encargaron cinco más: Las historias de Rof y Susi (4), El País de las Sorpresas y Los Tomates voladores.
E-Los personajes de tus libros son, en muchos casos, adolescentes, pero todos ellos tienen una personalidad única, con unos sentimientos y unas maneras diferentes de actuar en cada caso. Son unos personajes muy enteros, que encajan muy bien con la realidad. ¿Tienes alguna estrategia o tomas a alguien como modelo para crearlos?
M-Vivir durante años entre adolescentes me ha ayudado bastante. Por un lado, mis cuatro hijos y sus amigos, que venían siempre a casa, y, por otro, haber dado clases en la Ciudad de los Muchachos en Leganés. De hecho, “El poso amargo del café” es la vida de uno de ellos. Y en los demás hay connotaciones y rasgos de gente que he conocido o alguna anécdota que me han contado, incluso hay cosas de mi propia adolescencia.
E-Muchos adultos afirman que ellos también han “sufrido” la adolescencia y que las cosas no han cambiado tanto desde entonces. ¿Qué opinas tú de eso?¿Crees que las cosas han cambiado?
M-Creo que en lo fundamental no han cambiado: esa sensación de ser un extraño dentro de tu propio cuerpo, de no gustarte; esas hormonas que te provocan constantes y bruscos cambios de humor: tan pronto te sube el pavo como tienes ganas de llorar; la falta de control de tu propia vida, el no estar en tierra de nadie (eres mayor o pequeño según interese a los adultos); la sexualidad que te explota por dentro, la necesidad de enfrentarte permanentemente a tus padres para tratar de buscar tu propia identidad, la necesidad de beberte la vida a tragos a la vez que mantienes una encarnizada lucha con tu cuerpo perezoso e indolente; la necesidad del grupo frente al fastidio que supone verte a veces arrastrado por el mismo, la necesidad de ser querido… ¡Hay que atender a tantos frentes! Pero evidentemente la sociedad sí ha cambiado en lo que a modas y valores se refiere y ello hace que también haya diferencias: la institucionalización del botellón como único modo de divertirse, el aumento de las drogas, el consumismo: todo se consume sin dejar huella, unos padres permisivos que dimiten de su papel de padres frente a una sociedad cada vez más exigente y con más problemas, la trivialización del amor, la animalización del sexo…
E-En tu libro Nunca seré tu héroe nombras un objeto, la piruleta, que dices que es una especie de talismán al que uno se aferra para saber a dónde va y para qué estamos aquí. ¿Qué o quién consideras que es tu piruleta?
M-Sin ninguna duda mis hijos, ellos son el motor de mi vida, mis mejores maestros. Incluso me han marcado mi carrera literaria.
E-En este mismo libro, Andrés hace cobrar vida a un nuevo personaje: Retoñito, al que más tarde escribirás una historia propia. Pero ¿cómo surgió realmente este personaje? ¿Apareció mientras escribías el libro o es anterior?
M-Retoñito es un personaje que creó mi hijo Álvaro cuando tenía once años y con el que hizo una serie de viñetas de cómic. Él heredó mi imaginación atómica y, al igual que me ocurrió a mí, le costó encauzarla; Retoñito le sirvió a ese propósito. Cuando yo escribí “Nunca seré tu héroe”, él ya ni se acordaba de él, pero le hizo mucha ilusión que lo incluyera en la novela. Luego, una vez que volvió a cobrar vida, fue el propio Retoñito quien ya no paró de darme la lata hasta que le escribí su propio libro, que saldrá en octubre en la serie azul de El Barco de Vapor. Él representa la imaginación viva y calenturienta que tenía mi hijo. Es un personaje absolutamente contestatario que acaba volviendo loco a mi hijo y plantándole cara, hasta que éste decide domarlo.
E-En varias ocasiones dices que tus hijos son para ti una fuente de inspiración que te ayuda a dar vida a tus historias. ¿Ayudan también estas a que te sientas más cerca de tus hijos y a que los comprendas mejor?
M-Sin duda. Para mí cada libro ha sido un aprendizaje en este sentido. “Nunca seré tu héroe” fue en realidad mi grito de ¡socorro tengo un hijo adolescente! Y la verdad es que meterme en la piel de Andrés, hablar como él, pensar desde él y sufrir con él me ayudó enormemente a entender a mis hijos. En aquel momento se creó una gran complicidad entre Álvaro (que tenía la edad de Andrés) y yo. Venía todos los días del colegio a ver qué había escrito, lo cual fue un gran estímulo para mí.
E-¿Con cuál de tus personajes te identificas más? ¿Hay alguno al que le tengas un cariño especial?
M-En algunos aspectos como la imaginación, creatividad y romanticismo me identifico con Andrés, pero también con Adriana y Natalia por la timidez y con ésta última por su pasión por la danza, con Marcos por su ingenuidad, con Iván por su vulnerabilidad y extrema sensibilidad y con Bea por su dinamismo, su afición al deporte y a la música. En cuanto al cariño se lo tengo a todos. Es mucho tiempo el que pasas viviendo en su piel, por eso resulta difícil elegir.
E-Dices que desde muy pequeña tu vocación es ser maestra, pero que con los años te diste cuenta de que no basta la vocación, de que para ser profesor hay que tener madera de héroe. ¿Significa eso que no crees que todo el mundo tenga un héroe dentro?
M-De pequeña no quería ser maestra, sino paracaidista, trapecista, bailarina, escritora… Mi interés por el mundo de la educación se produjo con mis hijos. Pero creo que, cuando uno tiene auténtica vocación, es capaz de cualquier heroísmo. Y desde luego para ser profesor hoy hay que tener madera de héroe. En general, para cualquier cosa que se haga en la vida. Yo creo que todos la tenemos, solo depende de que creamos en nosotros mismos y luchemos a tope por conseguir nuestros sueños.
E-Si tuvieses que escoger uno de tus libros, ¿cuál escogerías? ¿Por qué?
M-Por la complicidad con mi hijo, por lo mucho que ha ayudado a los adolescentes e incluso a padres, y por la repercusión mediática que ha tenido, “Nunca seré tu héroe”. Pero literariamente me quedo con “El poso amargo del café”, aunque también me gusta mucho “Maldita adolescente”.
E-Bueno, para finalizar, ¿hay algún consejo que les quieras dar a tus lectores?
M-Agradecerles que me lean con tanta pasión y animarles a que luchen por sus sueños, que nunca se rindan, porque lo bonito de la vida son los retos, lo fácil aburre. Y que vivan la vida como la gran aventura que es.
¡Enhorabuena por esta entrevista!! vaya calidad.Así da gusto leer.
Saludos.
Es impresionante esta entrevista, muchas gracias pues yo también me he leído este libro y mientras lo leía he deseado hacerle algunas preguntas a la autora. Me parece un detalle por su parte que nos haya respondido, pues seguro que tiene muchos fans y no dará abasto.
Un saludo.